domingo, 6 de febrero de 2022

HISTORIAS DE CUSCO - Mateo Pumacahua Inca Chihuantito

 Don Mateo Pumacahua Inca Chihuantito


Mateo Pumacahua fue un noble indígena de Chinchero, nacido en el siglo XVIII en el Ayllu Pongo Ayarmaca. Hijo de Don Francisco Pumacahua Inca y de Doña Agustina Chihuantito. Sostenía que por parte de madre era descendiente del sapa inca Huayna Cápac y por parte de padre del curaca Inca Tocay Cápac.


Genealogía:


Mateo Pumacahua sostenía que los antepasados de su madre, los Chihuantito iniciaban su expediente de nobleza con una Real Cédula de 1544, por el cual se legitimaba a los hijos naturales de Don Cristóbal Paullo Túpac Inca como descendientes de Huayna Cápac. Según Pumacahua en 1557 su antepasado Don Juan Pumacahua solicitó a la Corona su reconocimiento como indio noble por descender del curaca de los Ayarmaca y tras una larga probanza exitosa en 1564 se le daba el reconocimiento y por lo tanto los privilegios, aquellos que fueron ratificados también por el virrey Álvarez de Toledo. En 1660 los Chihuantito Inca, sus antepasados, recibieron el privilegio de usar la mascaypacha en ceremonias.


Controversia Genealógica:


Según María Rostworowski el cacique Pumacahua es uno de los tantos nobles indígenas del siglo XVIII cuya ascendencia es dudosa, señala esto debido a las discrepancias documentales que encontraron Ella Dunbar Temple, Raúl Porras Barrenechea y ella misma (Maria Rostworowski) en los archivos del Cuzco, Lima y España. Para Rostworowski, así como para Dunbar Temple, la ascendencia que se atribuyó Pumacahua es falsa, y que en algún momento de los siglos XVII y XVIII su padre o abuelos falsificaron documentos para entroncarse con la descendencia de Tocay Cápac y Huayna Cápac, por tanto lo más probable es que viniese de una familia de nobles de bajo rango del Ayllu Pongo.


Carrera:


Mateo Pumacahua asumió el Cacicazgo y Gobernación de Chinchero, Maras, Sequechaca, Guayllabamba y Umasbamba al morir su padre. Se dedicó a la agricultura, ganadería, comercio y a la milicia territorial.


Mateo Pumacahua no tuvo mayor relevancia sino hasta el estallido de la Gran Rebelión de 1780, convirtiéndose en uno de los grandes comandantes militares de su tiempo. Como Capitán de la milicia virreinal fue una pieza clave en la defensa del Cuzco y en la derrota del proclamado José I Túpac Amaru Inca. Además Pumacahua tuvo una importante participación en las Campañas de Pacificación del Sur y en las Campañas del Alto Perú contra las tropas de Andrés Túpac Amaru, Pedro Vilcapaza y los Katari.


Su fama y prestigio hizo que lograra ser ratificado en su ascendencia incaica por el gobierno, siendo admitido en el Consejo de los 24 Electores Incas del Cusco y elegido Alférez Real de los Naturales en el año 1802. Además de ello, el rey Carlos III de la Casa de Borbón le otorgó una pensión vitalicia y recibió más adelante el rango de “Brigadier General del Ejército”.


Pumacahua Inca llegó a ser Presidente Interino de la Real Audiencia del Cusco, y tras una corta resistencia terminó por mostrarse a favor de la Constitución Española de 1812 que concedía la ciudadanía española a los indios, abolía los tributos, el sistema de cacicazgos, la mita, entre otras cosas. Pumacahua fue reclutado por José Ángulo para integrar la Junta de Gobierno del Cuzco.


Mateo Pumacahua participó de la Rebelión de 1814, según Dávalos y Lissón con el grado de “Mariscal de Campo". Derrotó a las fuerzas del rey en la Batalla de la Apacheta y ocupó Arequipa. Ante el avance del grueso del Ejército del Perú, Pumacahua decidió abandonar Arequipa y replegarse a Puno. En la Batalla de Umachiri las tropas de Pumacahua fueron derrotadas y él fue capturado en Sicuani. A pesar de que trató de justificarse, alegando haber sido engañado por los Angulo fue condenado y ejecutado el 17 de marzo de 1815 por los cargos de "rebelión y alta traición al Rey y a la Nación", siendo descuartizado y sus restos expuestos para escarmiento de los rebeldes.


“Concluyo por el Rey a que sea condenado a sufrir la pena a que sea ahorcado, cortada su cabeza que deberá conducirse a la capital del Cusco para que se exponga en una pica a la vista del público y que su cuerpo se queme hasta reducirse a ceniza". (Ponferrada, 1815).

Mateo Pumacahua Inca Chihuantito





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