CORPUS CRISTI
Escribe: Carlos Velaochaga
Esta celebración católica se instauró en el siglo 14 para combatir lo que se había discutido durante el siglo anterior acerca de quienes sospechaban si la hostia era el cuerpo de Cristo o algo de carácter mágico. Así se dio inicio lugar a la procesión en la que el obispo debe portar una gran custodia conteniendo el pan consagrado. Esto debe realizarse 60 días después de la Pascua de Resurrección y por eso, la fiesta siempre será en día jueves. En el Perú se celebra con pompa en Cajamarca, pero especialmente en el Cusco donde vivo hace años descubriendo lo que perdura de la religión Inca y eso es el caso de esta celebración puesto que se respeta su ritual por la mañana y por la tarde desfilan 14 patrones santos de diversas parroquias de los alrededores. Esta fiesta congrega a muchos cuzqueños por lo que es un día no laborable y este año será el 15 de junio pues como recordarán la Pascua fue el 16 de abril.
Lo que vale la pena señalar es que después de leer el Calendario Inca de Tom Zuidema (libro de 900 páginas) cuestionamos si los Incas tenían un calendario solar o lunar y aprovecho para recordar que chinos y árabes usan un calendario lunar (como también la India pre-británica) por lo que observaremos que Zuidema reconoce que los Incas tenían años de 12 meses y otros de 13 meses (esto último también usan los judíos cada 7 años) y eso establece que los Incas usaban ambos. Sostengo esto porque las múltiples crónicas que podemos consultar no se ponen de acuerdo si el Inti Raymi se celebraba en mayo o en junio. Si leemos la recientemente publicada crónica de Cristóbal de Molina (Kuskin Ed.) lo verán dividir los rituales Inca por meses y coloca Inti Raymi en mayo y dice que se hacía el festejo para la luna (¿llena?). Aunque no lo específica, todos los lo que hemos gozado, sabemos que esa semana siempre coincide con luna llena y asimismo con Qoyllur Rit’i.
Cada santo tiene una hermandad (¿ayllu?) que cuida de la imagen para la que cada año tiene un mayordomo quien encargará vestido, adornos, banda de músicos, cerveza, etc. que llegarán a la iglesia de Santa Clara el miércoles donde los espera la Virgen de Belén, allí saludarán a la Virgen y pasado el mediodía enfilarán hacia la Catedral donde la Virgen Inmaculada les da la bienvenida. Esa noche, la tradición dice que los santos deciden la suerte del año en curso. Algunos sospechan hasta que juegan a los naipes. Tradicionalmente, Corpus es una fiesta de cosecha y la plaza mayor solía estar llena de alimentos frescos y la comida fría típica del día, el Chiriuchu, pero ahora se reparten por diferentes plazas para que quede especio para la gran procesión.
San Antonio encabeza el desfile auspiciada por la Universidad de su nombre a quien sigue San Jerónimo llamado Doctor porque luce una pluma fuente (traductor de la Biblia al latín), luego viene San Cristóbal cuyas andas están entre las más pesadas y nos falta quienes sostienen que conduce piedras prehispánicas, al que sigue San Sebastián del vecino distrito (a veces considerado competidor de Jerónimo), tras de ellos viene Santa Bárbara, patrona de Poroy quien es seguida por Santa Ana para interponerse entre ella y Santiago quien viene a caballo y dicen que alcanzaría a la Bárbara (recuerden que Ana el madre de María y por eso persona mayor). Prosigue San José, que lleva de la mano al niño Jesús con sus juguetes y reside en la iglesia de Belén, luego viene San Pedro auspiciado por las señoras del mercado seguido por la Virgen de los Remedios, quien reside en la iglesia de Santa Catalina (antes Aqlla Wasi) seguida por las demás señoras, la de Almudena (cementerio), la Purificada de San Pedro, la Virgen de Belén y cierra la procesión la Virgen Inmaculada que reside en la Catedral.
Terminada la procesión regresan todos a la catedral y los correligionarios que acompañaron a los santos se reunirán en alguna plaza cercana con la banda musical para beber, cenar y bailar al dar por concluida la tarea por esa semana puesto que el siguiente jueves para celebrar la octava y volverán a salir en procesión por la tarde, pero no todos regresan a la catedral; San Jerónimo va a pasar la noche en Santo Domingo y Santa Bárbara y Santa Ana regresan a la iglesia de esta última. Los demás santos se irán a sus templos el viernes y sábado siguiente excepto la Virgen de Almudena que regresa a su templo el domingo dando por terminado el Corpus que este año 2017 terminará el 25 de junio.
Volviendo a las raíces de esta fiesta, recordemos que, en la Crónica de Francisco de Ávila sobre Huarochirí, esa que tradujo J.M. Arguedas del quechua, especifica que había una fiesta que celebraba al nevado Pariaqaqa llamada AUQUISNA coincidiendo con Pascua de Resurrección y 60 días después se celebraba a otra diosa CHAUPIÑAMQA donde el propio Ávila dice que esta coincidía con Corpus por ser ella la creadora de los humanos. Así podemos ver cómo se conservan las tradiciones incaicas con ropajes cristianos.
viernes, 23 de junio de 2017
jueves, 22 de junio de 2017
Historia de Cusco - Calle tigre
La historia de calle tigre - Cusco
En la época republicana cuando la recuperación del Perú se daba, y la tradiciones ancestrales Incaicas eran libres de poder practicar en ese tiempo se empezaron a aperturar diferentes antros de diversión entre ellos las famosas chicherias que se iban ubicando por la actual calle Shapy, las chicherias donde se vendía la tradicional bebida incaica la Chicha (bebida alcohólica realizada a base de la fermentación del maiz) donde pobladores del antiguo Cusco iban a consumirlos.
Las chicherias de ese entonces no contaban con baños por ende el comensal no sabia donde poder ir a hacer sus necesidades por ende tenían que salir a la calle a hacer sus necesidades.
Los comensales ya borrachos por los vasos y por la bebida que habían ingerido se dirigían frente al local la cual era una casa de un muy prestigioso ciudadusqueño quien amargo de ver el frontis de su casa todos los sucio y oliendo a orines de borrachoando a pintar en su fachada a un tigre, con la finalidad de poder espantar a los ciudadanos que intentaran orinar en el lugar.
En la época republicana cuando la recuperación del Perú se daba, y la tradiciones ancestrales Incaicas eran libres de poder practicar en ese tiempo se empezaron a aperturar diferentes antros de diversión entre ellos las famosas chicherias que se iban ubicando por la actual calle Shapy, las chicherias donde se vendía la tradicional bebida incaica la Chicha (bebida alcohólica realizada a base de la fermentación del maiz) donde pobladores del antiguo Cusco iban a consumirlos.
Las chicherias de ese entonces no contaban con baños por ende el comensal no sabia donde poder ir a hacer sus necesidades por ende tenían que salir a la calle a hacer sus necesidades.
Los comensales ya borrachos por los vasos y por la bebida que habían ingerido se dirigían frente al local la cual era una casa de un muy prestigioso ciudadusqueño quien amargo de ver el frontis de su casa todos los sucio y oliendo a orines de borrachoando a pintar en su fachada a un tigre, con la finalidad de poder espantar a los ciudadanos que intentaran orinar en el lugar.
miércoles, 14 de junio de 2017
Historia de Cusco - la historia de amor de un padre
UN RAYO DE FLORES AMARILLAS
En el año de 1953, vivía en Cusco Ramiro Amachi, un muchacho humilde con grandes dotes para la escultura, Ramiro venía desde el humilde poblado de Poroy hasta el Cusco para trabajar en el taller de Don Manuel de Cornejo, reconocido escultor en madera a quien acudían todas aquellas familias que deseaban tener obras de arte en su casa. Ramiro era uno de los ayudantes más eficientes de Don Manuel, éste reconocido escultor cusqueño tenia una hija de nombre Ana Isabel, una joven hermosa que se ganaba la admiración de todos los muchachos en edad casamentera por su belleza, belleza que no era ajena a los ojos de Ramiro. Ana Isabel amaba mucho a su padre y sentía un gran afecto por Ramiro quien ya tenia muchos años junto a la familia mostrando lealtad y apoyo en el trabajo, todos los días era ella quien llevaba el almuerzo para su papá y sus colaboradores, para Ramiro era el momento mas agradable del dia puesto que la presencia de Ana Isabel era su motivación para realizar su trabajo dia a dia. El trabajo de Don Manuel se había incrementado de sobremanera, la hija preocupada veía como su papá y sus colaboradores trabajaban sin descanso y pudo notar que el material que utilizaban (madera) se les estaba acabando y en su afán de ayudar tomó el caballo y la carreta de carga que tenía su padre y pretendió ir por el material necesario, pero en una mala maniobra la muchacha hizo que el caballo diera un salto haciéndola caer al piso dejándola inconsciente, Ramiro escucho el grito de la joven y salió inmediatamente en su ayuda, la tomo en sus brazos y la llevó a casa mientras la familia llamaba al médico, lamentablemente la muchacha no reaccionó y el medico dijo que había recibido un fuerte golpe en la cabeza y que sería un milagro que la joven reaccione. Esta situación generó gran tristeza en toda la familia y en especial en Ramiro quien todos los días antes de ir al Cusco desde su pequeño pueblo de Poroy entraba al templo y pedía a Santa Bárbara que la bella Ana Isabel pueda salir de la difícil situación en la que se encontraba. Una noche mientras Ramiro dormía tuvo un sueño en el que una bella joven se le aparece y le dice “Deja la tristeza que la persona por quien lloras despertará muy pronto, solo tienes que llevarle las flores amarillas que están en la puerta de tu casa y tienes que hacer que las huela”. Ramiro despertó de un salto puesto que estaba lloviendo y un trueno pareció haber estallado en sus oídos, se dio cuenta que llovía fuerte y al recordar su sueño salió inmediatamente a su puerta en busca de flores, pero no había ninguna flor amarilla, en realidad no había ni una sola flor, en eso nota que un destello de luz se genera en el horizonte y un rayo cae justo en frente de su casa dejándolo ciego por un instante, al recobrar la vista se da cuenta que en su puerta aparecieron lindas flores amarillas las cuales no dudó en llevarlas a casa de Don Manuel para que su hija las pudiera oler, para sorpresa de todos Ana Isabel despierta de su sueño profundo devolviendo la alegría y tranquilidad a toda la familia y también a Ramiro.
Ya había pasado unos meses, el mes de Junio estaba por llegar y el párroco del distrito de Poroy andaba un poco preocupado puesto que se venia el Corpus Christi y Santa Bárbara no tenia un manto adecuado para la ocasión puesto que los pocos que tenia ya habían perdido hasta el color, asi también el anda estaba muy deteriorado y necesitaba uno nuevo. Al enterarse de esto Ramiro y recordando el milagro que habia recibido de la Santa de su devoción, tuvo la iniciativa de realizar un anda nuevo, sencillo pero muy bien hecho, asi mismo utilizó sus ahorros para mandar a realizar un manto nuevo el cual pueda ser utilizado en el corpus. Cuando Ramiro se presenta ante el párroco, éste muy contento lo recibe y le pregunta “¿Cuánto es que te debo hijo mío?” a lo que Ramiro responde “Padrecito, el día que Ud. me pague por esto será el día de mi muerte, mucho tengo que agradecer a Santa Bárbara y lo que hago hoy es un acto de agradecimiento”.
Ya habían pasado las fiestas del Corpus en Cusco y se acercaba el cumpleaños de Ana Isabel, sin querer Ramiro había escuchado que la cumpleañera deseaba como regalo un vestido nuevo, vestido que era costoso, pero Ramiro estaba dispuesto ha hacer todo lo posible por ver feliz a su amada. El muchacho fue a casa y trató de juntar todo lo que tenia pero NO era suficiente para el regalo de Ana Isabel, no sabia de donde sacar mas dinero, asi que recordó las palabras del sacerdote meses atrás: “¿Cuánto es que te debo hijo mio?”, acudió a él y le dijo “Padrecito, vengo porque aun no me ha pagado lo que me debe por el trabajo que hice” a lo que el sacerdote muy extrañado responde: “Hijo mío, estoy algo confundido, pensé que NO era necesario hacer un pago por ese trabajo”, Ramiro con una sonrisa fingida le dice “¿Cómo va decir eso padrecito? El trabajo hecho esta y necesito mi paga” El párroco aun extrañado por la situación toma un dinero y realiza el pago retirandose aun confundido. Ramiro satisfecho con el pago que recibió se da la vuelta y ni bien sale del templo ve que en el horizonte se genera un destello de luz y al instante cae un rayo sobre él dejándolo en cenizas.
En el año de 1953, vivía en Cusco Ramiro Amachi, un muchacho humilde con grandes dotes para la escultura, Ramiro venía desde el humilde poblado de Poroy hasta el Cusco para trabajar en el taller de Don Manuel de Cornejo, reconocido escultor en madera a quien acudían todas aquellas familias que deseaban tener obras de arte en su casa. Ramiro era uno de los ayudantes más eficientes de Don Manuel, éste reconocido escultor cusqueño tenia una hija de nombre Ana Isabel, una joven hermosa que se ganaba la admiración de todos los muchachos en edad casamentera por su belleza, belleza que no era ajena a los ojos de Ramiro. Ana Isabel amaba mucho a su padre y sentía un gran afecto por Ramiro quien ya tenia muchos años junto a la familia mostrando lealtad y apoyo en el trabajo, todos los días era ella quien llevaba el almuerzo para su papá y sus colaboradores, para Ramiro era el momento mas agradable del dia puesto que la presencia de Ana Isabel era su motivación para realizar su trabajo dia a dia. El trabajo de Don Manuel se había incrementado de sobremanera, la hija preocupada veía como su papá y sus colaboradores trabajaban sin descanso y pudo notar que el material que utilizaban (madera) se les estaba acabando y en su afán de ayudar tomó el caballo y la carreta de carga que tenía su padre y pretendió ir por el material necesario, pero en una mala maniobra la muchacha hizo que el caballo diera un salto haciéndola caer al piso dejándola inconsciente, Ramiro escucho el grito de la joven y salió inmediatamente en su ayuda, la tomo en sus brazos y la llevó a casa mientras la familia llamaba al médico, lamentablemente la muchacha no reaccionó y el medico dijo que había recibido un fuerte golpe en la cabeza y que sería un milagro que la joven reaccione. Esta situación generó gran tristeza en toda la familia y en especial en Ramiro quien todos los días antes de ir al Cusco desde su pequeño pueblo de Poroy entraba al templo y pedía a Santa Bárbara que la bella Ana Isabel pueda salir de la difícil situación en la que se encontraba. Una noche mientras Ramiro dormía tuvo un sueño en el que una bella joven se le aparece y le dice “Deja la tristeza que la persona por quien lloras despertará muy pronto, solo tienes que llevarle las flores amarillas que están en la puerta de tu casa y tienes que hacer que las huela”. Ramiro despertó de un salto puesto que estaba lloviendo y un trueno pareció haber estallado en sus oídos, se dio cuenta que llovía fuerte y al recordar su sueño salió inmediatamente a su puerta en busca de flores, pero no había ninguna flor amarilla, en realidad no había ni una sola flor, en eso nota que un destello de luz se genera en el horizonte y un rayo cae justo en frente de su casa dejándolo ciego por un instante, al recobrar la vista se da cuenta que en su puerta aparecieron lindas flores amarillas las cuales no dudó en llevarlas a casa de Don Manuel para que su hija las pudiera oler, para sorpresa de todos Ana Isabel despierta de su sueño profundo devolviendo la alegría y tranquilidad a toda la familia y también a Ramiro.
Ya había pasado unos meses, el mes de Junio estaba por llegar y el párroco del distrito de Poroy andaba un poco preocupado puesto que se venia el Corpus Christi y Santa Bárbara no tenia un manto adecuado para la ocasión puesto que los pocos que tenia ya habían perdido hasta el color, asi también el anda estaba muy deteriorado y necesitaba uno nuevo. Al enterarse de esto Ramiro y recordando el milagro que habia recibido de la Santa de su devoción, tuvo la iniciativa de realizar un anda nuevo, sencillo pero muy bien hecho, asi mismo utilizó sus ahorros para mandar a realizar un manto nuevo el cual pueda ser utilizado en el corpus. Cuando Ramiro se presenta ante el párroco, éste muy contento lo recibe y le pregunta “¿Cuánto es que te debo hijo mío?” a lo que Ramiro responde “Padrecito, el día que Ud. me pague por esto será el día de mi muerte, mucho tengo que agradecer a Santa Bárbara y lo que hago hoy es un acto de agradecimiento”.
Ya habían pasado las fiestas del Corpus en Cusco y se acercaba el cumpleaños de Ana Isabel, sin querer Ramiro había escuchado que la cumpleañera deseaba como regalo un vestido nuevo, vestido que era costoso, pero Ramiro estaba dispuesto ha hacer todo lo posible por ver feliz a su amada. El muchacho fue a casa y trató de juntar todo lo que tenia pero NO era suficiente para el regalo de Ana Isabel, no sabia de donde sacar mas dinero, asi que recordó las palabras del sacerdote meses atrás: “¿Cuánto es que te debo hijo mio?”, acudió a él y le dijo “Padrecito, vengo porque aun no me ha pagado lo que me debe por el trabajo que hice” a lo que el sacerdote muy extrañado responde: “Hijo mío, estoy algo confundido, pensé que NO era necesario hacer un pago por ese trabajo”, Ramiro con una sonrisa fingida le dice “¿Cómo va decir eso padrecito? El trabajo hecho esta y necesito mi paga” El párroco aun extrañado por la situación toma un dinero y realiza el pago retirandose aun confundido. Ramiro satisfecho con el pago que recibió se da la vuelta y ni bien sale del templo ve que en el horizonte se genera un destello de luz y al instante cae un rayo sobre él dejándolo en cenizas.
martes, 13 de junio de 2017
ORIGEN DE LA CALLE CENIZA.
Se dice que esta calle adquirio su nombre en el año 1719, año en la que una terrible peste causó más de 90 muertes diarias en nuestra ciudad del Cusco sin que nadie pudiera precisar el nombre de la enfermedad (hoy sabemos que fue cólera y fiebre amarilla “con dolor al vientre y cabeza, delirio y vómito de sangre, muriendo de disentería”).
En ese año habitaba en esta calle Doña Teófila Barrio de Mendoza, conocida como una mujer medio “beata” quien aconsejó a sus vecinos que pidieran a los sacristanes de los diferentes templos y conventos de la ciudad un poco de ceniza (la misma ceniza que se utilizaba para la imposicion de la cruz cada 'miercoles de ceniza'), basicamente esta ceniza se formaba de los restos de la quemada de hostias pasadas, palmas del Domingo de Ramos y aceite consagrado en Jueves Santo del año anterior.
Esa ceniza debiera utilizarse para dibujar dos cruces en cada puerta para poder liberarse del contagio de la peste. Su consejo fue practicado sin reparos por todo el vecindario que, “gracias a su fe”, quedó libre de la peste y el contagio. Además, cuenta la tradición, que en esta calle diariamente echaban montones de ceniza sobre los charquillos de sangre que por boca y nariz arrojaban los transeúntes apestados que llegaban a esta calle buscando algun tipo de remedio, algunos de los cuales caían de bruces pidiendo socorro. Desde ese entonces se bautiza a esta calle como 'Calle de la Ceniza'.
Se dice que esta calle adquirio su nombre en el año 1719, año en la que una terrible peste causó más de 90 muertes diarias en nuestra ciudad del Cusco sin que nadie pudiera precisar el nombre de la enfermedad (hoy sabemos que fue cólera y fiebre amarilla “con dolor al vientre y cabeza, delirio y vómito de sangre, muriendo de disentería”).
En ese año habitaba en esta calle Doña Teófila Barrio de Mendoza, conocida como una mujer medio “beata” quien aconsejó a sus vecinos que pidieran a los sacristanes de los diferentes templos y conventos de la ciudad un poco de ceniza (la misma ceniza que se utilizaba para la imposicion de la cruz cada 'miercoles de ceniza'), basicamente esta ceniza se formaba de los restos de la quemada de hostias pasadas, palmas del Domingo de Ramos y aceite consagrado en Jueves Santo del año anterior.
Esa ceniza debiera utilizarse para dibujar dos cruces en cada puerta para poder liberarse del contagio de la peste. Su consejo fue practicado sin reparos por todo el vecindario que, “gracias a su fe”, quedó libre de la peste y el contagio. Además, cuenta la tradición, que en esta calle diariamente echaban montones de ceniza sobre los charquillos de sangre que por boca y nariz arrojaban los transeúntes apestados que llegaban a esta calle buscando algun tipo de remedio, algunos de los cuales caían de bruces pidiendo socorro. Desde ese entonces se bautiza a esta calle como 'Calle de la Ceniza'.
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